Males empresariales

Como consultor empresarial, con visión externa y objetiva e involucrado en la acción, les develo algunos males comunes que están presentes en las empresas. Y sin ánimo de preocupación, muchos de ellos los tuvieron algunas empresas que hoy ya no existen. Empecemos:

• Miopía gerencial: al buscar resultados únicamente en cifras visibles y no proyectar su organización al futuro. El planeamiento es bueno, sí, pero mucho mejor es la prospectiva estratégica (simulación de escenarios) para eliminar bloqueadores de recursos al desarrollo.
• Falta de alineación, balance e integración: esto hace que no se integren ni vinculen los esfuerzos del personal con las estrategias corporativas. Es decir, no ser consistentes y coherentes entre lo que se declara y se hace. Falta de un sistema de información: el no compartir información (no data) entre los relacionados, y mucho menos coordinar entre las áreas, genera gestión ineficaz. Tener tecnología de información desaprovechada y poco oportuna es como continuar en la década de los 90.
• La ausencia de “colaboración” entre miembros: no permite el desarrollo de equipos de alto desempeño con participación efectiva, comprometidos e involucrados en la acción. Creer que la calidad es responsabilidad de una sola área: eso es suicidio empresarial. La calidad es tarea de todos. Los procesos deben estar orientados a superar las expectativas de los clientes internos y externos. Pensar que la calidad se genera desde adentro (calidad concebida), dejando de lado la percepción de los clientes (calidad percibida): la receta no es buscar clientes para mis productos, sino al contrario, buscar productos para mis clientes. Aquello de “lo que es bueno para la empresa es bueno para el mercado” no va más. Lo que es bueno para el mercado es bueno para la empresa.
• Gerentes concentrados en la eficiencia operativa en vez de en el desarrollo de estrategias de futuro: esto genera escasa innovación y hace que las empresas sigan en el estatus de seguidores, clonadores, imitadores o adaptadores.
• El conformismo administrativo carente de innovación y el escepticismo a las estrategias y tendencias modernas de la administración: si los cambios externos a la compañía son más rápidos que los propios, ya existe un problema. Muchas se engordan, pero no crecen.
• La falta de motivación y el descuido en el desarrollo de las competencias del talento humano: esto impide contar con personal competitivo de valor y polivalentes.
• Evaluaciones al personal basadas solo en el logro de metas numéricas: primero evaluación de puestos, luego evaluación de personas. Aplicar evaluación 360º.
• Ausencia de principios corporativos: hace que cada trabajador juegue el juego que le conviene y todos terminen con conductas no ética. (Ej.: ocultar información).
• Asignar costos de manera tradicional implica subsidiar productos, generando una estrategia de precios no adecuada: se debe identificar drivers para todos los costos a efectos de asignarlos en función a cómo se consumen.
• Aplicación excesiva de autoridad formal antes que la personal y profesional: no se logra influencia en la gente. Se construye una organización basada en el temor y el miedo, antes en la confianza y en el respeto. Gerente es diferente a líder.
• Falta de comunicación efectiva de lo que se desea como empresa: genera una actitud defensiva de rechazo al cambio, trabajadores freno (terroristas) en lugar de trabajadores aceleradores (apóstoles).
• Ausencia de un programa de comunicaciones con estrategias de abordaje diferente para cada tipo de público de interés: clientes, canales de distribución, proveedores, gobierno, accionistas, comunidad y medio ambiente. La mayoría de las empresas solo se concentran en los clientes externos.

Los males endémicos empresariales se combaten
detectando sus síntomas y eliminando sus causas.